Resumen:
La alimentación es un elemento indispensable de la existencia humana.
Ella incluye representaciones de los alimentos, técnicas de adquisición y
procesamiento, usos, intercambios comerciales y no comerciales (Suremain
& Katz, 2009; Kuhnlein, 2014). Por lo tanto, los alimentos son objetos
cargados de conocimientos, portadores de historia y de la identidad cultural
de un grupo social (Santilli, 2015; Fischler, 1988). En sí, los alimentos (así
como los artefactos y utensilios culinarios) son elementos materiales del
patrimonio alimentario, colmados de elementos inmateriales tales como las
prácticas, conocimientos y representaciones inmersas en el tejido social de un
grupo determinado (Santilli, 2015: 586). Este patrimonio alimentario es el
resultado de la transmisión intergeneracional y de las relaciones sociales.