Resumen:
Objetivo: Comprobar la hipótesis de que la rugosidad del terreno influye en los regímenes
de incendios de dos maneras (i) valores altos de rugosidad funcionan como barreras
naturales que evitan la propagación de los incendios y (ii) el fuego no es una característica
aleatoria en el paisaje.
Ubicación: Siete sitios en la cordillera de los Andes tropicales entre 2°77’ y 13°60’ de latitud.
Métodos: Se utilizaron modelos de elevación digital, imágenes satelitales y datos de
incendios para analizar las relaciones entre incendios y la rugosidad del terreno en cada
sitio de estudio. Examinamos la ocurrencia de incendios como una relación entre el
Normalized Difference Vegetation Index (NDVI) y el Índice de Rugosidad del Terreno (TRI).
Además, analizamos la distribución de los incendios basados en las características del TRI:
áreas donde hubo fuego (TRIfire), donde no hubo fuego (TRInofire), y todo el sitio (TRItotal).
Resultados: (i) La vegetación aumenta consistentemente con el TRI. Las regiones analizadas
mostraron que, terrenos rugosos son más propensos a retener la vegetación que los
terrenos planos. (ii) La ocurrencia de incendios no es un proceso aleatorio, ya que
encontramos diferencias significativas entre TRIfire, TRInofire y TRItotal (p-value <= 2.2e-16).
TRIfire.
Conclusiones principales: La rugosidad del terreno influye en la dinámica de los incendios,
ya que controla su ocurrencia y modula cómo se propagan en el paisaje. Zonas de alta
rugosidad son más propensas a regenerar la vegetación después de los incendios. En el
contexto del cambio climático, las regiones con alto TRI podrían funcionar como refugios
para la biota.