Resumen:
La demanda de alimentos incrementará en un 70% para el 2050, lo que se vuelve
insostenible conforme a las tendencias actuales de consumo y producción. La entomofagia
constituye una alternativa sostenible, bajo el concepto de producción ex situ; para lo cual
se requieren conocimientos tradicionales, ecológicos, biológicos y demográficos de los
insectos porque son aprovechados desde hace miles de años por los pueblos indígenas,
como los principales consumidores. Estas poblaciones detentan en la Amazonía con un
vasto conocimiento tradicional ecológico (siglas en inglés TEK) reflejado en sus prácticas y
tradiciones. El objetivo de la presente investigación es conocer la riqueza de insectos
comestibles, plantas asociadas y TEK de dos comunidades Kichwa en la Amazonía
ecuatoriana. Los métodos aplicados fueron: “photo-elicitation”, enlistados-libres,
entrevistas semi-estructuradas, caminar-en-el-bosque, identificación de insectos y sus
plantas hospederas. Los datos se analizaron mediante la curva de acumulación de especies,
el índice de Salience-Smith, el “fidelity index”, la prueba de Kruskal-Wallis y post-hoc de
Dunn para identificar diferencias en el TEK según ciertas variables socioeconómicas. Se
registraron 34 insectos comestibles, 32 con nombre vernáculo. Las ordenes registradas
fueron: Lepidoptera (50%), Hymenoptera (41%) y Coleoptera (9%). La especie con mayor
importancia cultural es Rhynchophorus palmarum. Un total de 19 especies de insectos
están asociados a 38 especies vegetales. Se registró dos nuevas especies de insectos
comestibles para la lista mundial, además de tres especies, dos familias y dos géneros para
la lista del Ecuador. Se describe el TEK relacionado a los insectos y sus plantas hospederas,
mostrando evidencia de su gran dinamismo. El conocimiento tradicional ecológico Kichwa
vinculado a los insectos comestibles, sus plantas hospederas y su manejo es altamente útil
a la ciencia aplicada. Por lo tanto, puede ser utilizado para generar soluciones alimentarias
en el marco de proyectos de desarrollo sostenible